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Bienvenidos a esta parte del bosque donde se puede escuchar al hongo hablar.
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La chica que escuchó hablar al hongo
Monstruo | 25 | Argentina | estudiante
Uso mi memoria para datos inútiles y trato de hacer espacio para lo que van a tomar en los exámenes. Amo leer e intento escribir. Antes dibujaba mucho. Vivo lejos, pero enamorada de las montañas y de
un conejo. Cada tanto me gusta ver videos de osos y de shibas. No me hablen nunca de abejas.
También estoy en
Cosas que sí ♥: escribir, leer, dormir en invierno, latín, escuchar música en viajes largos, stop-motion, geishas, mitología, cartoons, compras
Cosas que no ✘: ship hate, la cyber-policía moral, abejas, maltrato animal, colonización cultural


Te voy a guardar en un caleidoscopio ~
- 12/7 -
( x x )
❤
Rush y eso que podría verla de nuevo y de nuevo
29 de noviembre de 2013 | 20:54 |
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Hace más o menos un mes, fui a ver Rush con mi hermana. La razón principal era ver a Chris Hemsworth (Thor) en un papel totalmente diferente que involucraba a un personaje no ficticio, el piloto de Fórmula 1 y campeón del ’76, James Hunt. Ni siquiera había leído la sinopsis hasta el momento de comprar las entradas y sólo sabía que se trataba de carreras en los años ’70.
Averiguamos un par de cosas más antes de verla y al final terminamos esperándola con muchas ansias. Me pareció una de las mejores películas que vi en los últimos años y puede que ya esté posicionada entre las mimadas, esas que veo como diez veces.
Rush nos trae las historias personales de los pilotos Niki Lauda (campeón del ’75) y James Hunt, que si bien vienen compitiendo desde unos años antes, es en el ’76 donde su rivalidad se convierte en el centro de atención en cada uno de los circuitos, sumando a esto las últimas carreras en las que Niki corre después de haber sufrido un accidente casi mortal en el que su cuerpo estuvo incendiándose por casi un minuto.
Ese es el hilo de la trama: rivalidad. Acompañado con sus escenas de humor, drama, acción, romance y amistad. Todo tiene un balance casi perfecto, personajes con personalidades opuestas, James, el playboy que corre para sentir la adrenalina y es guiado por el placer, y Niki, más calculador que encuadra todo en una visión de lógica, pero que en el momento donde lo lógico sería quedarse en el hospital y recuperarse del accidente, surge en él la pasión y obstinación por realizar algo que sabe, cree firmemente, que hace bien.
Rush no es únicamente para fanáticos de las carreras, y es eso lo que le da su toque mágico y la vuelve una película para todos, para alguien como yo, que cuando hace zapping se saltea en seguida cualquier cosa que involucre automovilismo. Cada escena relacionada a los circuitos despierta tensión, sobre todo si no tenés ni idea de cómo fueron los resultados de estas carreras ya pasadas, y la persistencia de James y Niki para superarse y saborear ese gusto a gloria que da ganar en algo que depende prácticamente de ellos mismos (si es que el auto a manejar está en buenas condiciones).
En paralelo tenemos sus vidas personales donde se acentúan más las diferencias y es posible identificarse con ciertas situaciones. La popularidad de James, su personalidad moldeable que todos adoran y que Niki, aunque manifieste que le parece un imbécil, termina seducido por su vitalidad y despreocupación. James es el chico que todos amarían en la secundaria, que gana las votaciones al mejor compañero y que tiene el apoyo mayoritario a la hora de toma de decisiones sin importar cuán inconscientes sean sus propuestas. En cambio Niki, al ser un intento de representación de la voz de la razón, termina siendo considerado aburrido y detestable. Por supuesto, después del accidente, James toma noción de que hasta la misma voz de la razón puede rozar la muerte y llevarse su marca permanente.
Rush me dejó muchas sensaciones encontradas y la disfruté en cada segundo. Su ambientación en los ’70, la banda sonora, la selección de hechos para representar a dos personalidades seguramente más complejas de lo que parecen y, por supuesto, Christopher que no nos desilusionó para nada y Daniel Brühl con el acento igual al del verdadero Lauda. Ron Howard no puedo haberlos elegido mejor.
Así que si tienen la posibilidad de ver Rush, si pensaron que era una película sobre autos o carreras estilo Rápido y Furioso, mejor se lo piensan dos de veces, como hice yo, y le dan una oportunidad a una gran película que tiene mucho para ofrecer.
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