Estoy a pocos de meses de cumplir tres años en pareja con mi pato Damarin. La verdad, hay días en que analizo esta situación fuera de mí, como si fuera una especie de observadora, y sigo sorprendiéndome de que haya encontrado una persona con la cual puedo compartir una parte de mi vida de forma diferente e íntima.

Al ser una relación a distancia, una parte de mí no estaba segura de cuánto iba a durar esto hasta que la necesidad fuerte de estar a su lado empezara a estropear todo lo construido o, peor, que se diera la posibilidad de que personas más cercanas despertaran sentimientos fuertes en nosotras. Hasta el momento nada de eso pasó, por eso cada mes y año es importante, a pesar de los altibajos, que son menores a los del principio de la relación.

Todavía quedan muchos cabos sueltos por atar. Algunos los quiero evitar, otros están fuera de mi alcance, otros no los veo y los paso por alto. Estoy en desventaja en comparación con las parejas "clásicas", pero nada de en esta relación empezó de forma clásica, así que es algo que se hila de a poco. Mientras tanto lo disfruto como puedo. El valor del correo es más fuerte a nuestros ojos y el de una llamada también. Cuento los días con la ansiedad de un preso para poder romper el frasco de billetes y viajar a verla.

Soy un monstruo con mucha suerte y tuve el lujo de dudar mientras ella esperaba a que ordenara mi cabeza para decirle lo que ella sabía que yo quería decir y no lo decía. No sé cuánta gente hubiera tenido tanta paciencia en vez de mandarme a la mierda.

No tengo problema en decir que las chicas no son mi primer interés. Siempre me fijé en chicos, pero pato hizo que mi cabeza explotara con algo demasiado grande e inesperado para mí en ese momento: hay una mujer interesada en mi y parece que yo estoy interesada en ella. Claro que al principio no era muy claro, siempre escapé de los pocos amigos que quisieron algo más conmigo, pero pato insistió y sus actitudes fueron lazos aterciopelados y fuertes que me ataron y no me dejaron escapar -por suerte-. Una de las cosas más hermosas que tiene mi relación es que empezó al inverso de las comunes: primero conocí el interior y luego el exterior, no hubo que seducir con maquillaje o ropa, porque a las distancia es algo superficial y además lo nuestro comenzó por lo personal.

Y un siete de diciembre me decidí y no me arrepiento de nada, a pesar de las ideas y venidas, del histeriqueo y las lágrimas, el prejuicio sobre mí misma, la insistencia alguito sofocante de ella, todo convergió en una de las cosas más hermosas que me pudo haber pasado: conocerte día a día, escucharte y ser escuchada, amar y ser amada. Te amo, nenaza u3u

Y no me arrepiento de nada ♥(ˆ⌣ˆԅ)