Hace unos meses estaba por escribir un cuento que iba a titular "La guerra y la paz", porque esa es la manera en que la que suelen darse las cosas dentro de mí. Puede ser el amor, los estudios, mi forma de relacionarme con otros, la visión sobre mí misma.

Casi siempre hay una guerra civil que yo considero patética y tortuosa, pero inherente a mí. Quisiera comprender cuándo comenzó todo, cuál fue el disparador para que después mi principal obstáculo fuera yo misma. No sé si el repaso para encontrar este origen fue minucioso o si prefiero no enterarme de nada, por miedo a que me haga peor. Uno se conoce después de todo.

Creo que por bastante tiempo estuve viéndome doblemente reflejada lo cual resultaba bastante cómodo, pero cuando las cosas cambian por x o y, uno descubre que tal vez esas cosas no eran tan así. Siento que estuve caminando por el borde de un precipicio sin darme cuenta, hasta ahora, y me digo: "¿entonces cómo es todo esto?". Ahí estalla la guerra civil, un bando es reflexivo y pasivo; el otro, activo y hostil y sólo busca destruir cual perro muerto de hambre: cuando comen no reconocen ningún tipo de jerarquía. Algo así me había pasado hace un par de años cuando dejé la carrera de periodismo.

Muchas cosas que creí que tenía controladas o superadas, afloraron nutridas por esta guerra civil que se da en mí. Imaginen una caja de Pandora que yo creía vacía, y no sólo se abrió, sino que se me resbaló de las manos y se hizo mil pedacitos... Bueno, hay que ver cómo juntamos todo eso que salió, si es que llego al estado de paz suficiente para juntar en vez de seguir en cama y sin ganas de hacer absolutamente nada.

Por momentos gana la paz, por momentos vuelve la guerra, cuando menos lo esperaba y se me cierra el estómago (cosa muy inusual en mí) y todos los perros aúllan la misma pregunta, "¿para qué?" y un par de cosas más suficientes para que la paz desaparezca.

Sólo quiero que esta guerra se termine antes de que me aísle de la gente que quiero y que se preocupa por mí, a veces siento que estoy tan lejos aunque los tenga cerca. Pero sin guerreros que luchen, las cosas no se van a solucionar por arte de magia, eso lo sé, y es siempre la parte más difícil.

A ver si llego en una pieza al año que viene.